top of page

Homófobos: También son nuestros hermanos


Hoy celebramos dos fechas importantes para nosotros: una como Pueblo de Dios, recibimos las bendiciones del Espíritu Santo recordando cómo descendió entre los discípulos de Jesús y llenó sus almas de la certeza y el Amor de Dios. La otra fecha es el Día Internacional de Lucha Contra la Homofobia, que se celebra el día 17, y tiene que ver con temas de justicia social, derechos humanos y conciencia sobre el sufrimiento que por odio y rechazo, viven millones de hermanas y hermanos por todo el mundo.

En el relato de la Biblia de Pentecostés (Hechos 2), el Espíritu Santo llega en forma de lenguas de fuego que se posan en los discípulos de Jesús. Con la inspiración de fuego del Espíritu Santo, los discípulos comenzaron a contar su historia, y la gente de todas las naciones las escucharon, todos ellos en su propio idioma. Pentecostés hace honor al Espíritu Santo, un aspecto importante de Dios para las personas LGBT y nuestros aliados. Damos la bienvenida a la fluidez de género del Espíritu y los trabajos en curso para el cambio en la iglesia.

Lesbianas, gays, bisexuales y transexuales cristianos y nuestros aliados reconocemos la obra del Espíritu cuando las iglesias comienzan a abrazar a los miembros de la comunidad LGBT, bendecir los matrimonios del mismo sexo, ordenar clérigos abiertamente LGBT, y enseñar teología radicalmente liberadora.

Romanos 8 nos recuerda que todos los que somos guiados por el Espíritu de Dios somos hijos e hijas de Dios y no hemos recibido un espíritu que nos esclaviza al miedo sino que recibimos el Espíritu de Dios al adoptarnos como Sus propios hijos y herederos. Y en el Evangelio de hoy, Juan 14:15 Jesús le pide a Dios que nos dé al Espíritu Santo, el que ahora él vive con nosotros. Así que no se angustien ni tengan miedo, termina diciendo.

Así que, podríamos hablar de nuestras historias, pues tenemos ese regalo de Paz. Contemos mejores historias. Eduquemos a los niños que estén cerca en nuestra familia o vecindario, sensibilicemos a los padres y madres de hijos e hijas a los que Dios regaló el don de ser LGBT. ¡No seamos parte de quienes discriminan con silencio, sin saber los dones que Dios le pudo haber dado para gloria de su iglesia! ¡No decidamos por Dios!

Y si no sabemos cómo hablarle a los homófobos y como contar historias, pregúntanos, para eso estamos aquí, para hablar, para proporcionarte materiales y recursos. Tú quizás no sabes todavía si tienes una labor profética, sueños y visiones como los que refiere Jesús, pero te tengo noticias: si las tienes, las tienes porque a pesar de que en tus iglesias quizá te enseñaron a odiarte, ahora… ahora ya sabes que la visión y el amor de Dios nos incluye a todxs, Dios tiene un sueño de amor para todos y tú eres parte de ese sueño!

Solo sin miedo puedes salir y contar tu historia. Habla de lo que Dios ha hecho en tu vida, habla de cómo te ha bendecido. Ten el valor de decir: “Dios me ama tal cual soy, con mi sexualidad y todo incluido, Dios me ha creado así y también a ti, a tus hijos y vecinos”.

Necesitamos dejar de pelearnos con las iglesias, con los homófobos, todos esos que nos condenan, no como dijeron hace unos días, afuera del Congreso de Campeche, unos que se dicen católicos cuando se aprobaron los matrimonios igualitarios, “van a arder en el infierno!” les gritaron a la gente LGBT cuando salían del recinto… “Los que están ardidos son ustedes” les contestan otros. y se replicaron con frases hirientes. No, no podemos responder igual. Pero podemos responder de 3 formas:

  1. No te quedes callado, callada. No temas a los homófobos. Sólo habla, manifiesta y declara que Dios está en ti, que Jesús jamás habló una sola palabra en tu contra, y que su ministerio radical, si sucediera hoy en día, incluiría seguramente a personas trans, les, gay, a estas minorías que, como en su tiempo, hoy son repudiadas y violentadas; responde dando testimonios de las maravillas que Dios ha hecho en tu vida! Sé cauto en tu forma de reaccionar, pero siempre enuncia la verdad, en Espíritu, tu verdad.

  2. También responde con el ejemplo —no devuelvas insulto por insulto. Permite que el mundo vea la alegría que tienes dentro, la alegría que proviene de ser Cristiano y parte de la Diversidad. No dejes que te agrien tu alegría. Y por supuesto, que no te vean enojado… ¿Por qué enojarse de todas formas? Puedes luchar contra la homofobia, compartiendo con otros hermanos y hermanas, ayudando, siendo voluntario en tantas causas que te necesitan, puedes decir tu verdad de forma clara. Jesús nunca se reprimió para decir en sus palabras todo lo que necesitaba decir. Pero nunca insultó. Ya estamos bastante divididos como para todavía seguirnos diviéndonos más. Quienes nos insultan… ¡También son hermanos nuestros! Lo único que sucede es que no están informados, ignoran la verdad y se dejan guiar por el prejuicio y su ignorancia. ¡Sé tú portador de la verdad para que la conozcan y puedan estar en mejor posición para recibir al Espíritu de Liberación!

  3. Responde orando por ellos, porque tanto odio está envenenando sus vidas y ellos no lo saben. Tristemente, se han olvidado que somos parte de la misma familia. Sí, quizás traman venganzas contra ti, hablan a tus espaldas o te acusan frente a otros, te apuñalan a escondidas, destruyen tu reputación, te tienden trampas… ya conoces sus triquiñuelas homofóbicas porque posiblemente las viviste, o fuiste víctimas de algunas. ¡Y es evidente que no están siendo guiados por Dios! Pero… ¡un momento!— ¿Quién está en control de todo? Quién está en control de tu vida? ¡¡Dios!! ¿Quién tiene la respuesta para esto? Dios. ¿Y qué pudiera estarte pidiendo Dios? Que no dejes de orar por ellos. Están siendo guiados por el enemigo que viene a robar, destruir y matar. No respondas al enemigo: mejor confróntalo con espíritu de oración. Cuando estés en medio de una situación en la que alguna gente hable mal de la diversidad, de los cristianos gays, de los creyentes inclusivos, la diversidad… ¡no permitas que esa mentira se quede ahí! Habla, di la verdad, di tu verdad: ¡¡Dios nos ama a todos, no hay distinciones!! Puedes hablar y seguir estando en paz, pues éste es el regalo al que se refiere Jesus. El enemigo NO puede darte ese regalo. Así que no te angusties ni tengas miedo. Si no sabes qué decir, pídele a Dios, pídele al Santo Espíritu que alabamos sin cesar, que te hable… que te indique qué decir.

Necesitamos orar por los homófobos y sus víctimas. Necesitamos orar con la conciencia de que no vamos a ser nosotros solos quienes cambiemos esta historia de terror, sino que Dios lo hará con sus medios. Necesitamos orar con compasión por todos quienes sufren y están en medio del rechazo y la discriminación. Háblanos Dios, mas no sólo para que toques nuestros corazones sino para que nos ayudes a tocar otros corazones. Háblanos para que no nos quedemos en el silencio. Que tu Santo Espíritu descienda sobre cada uno de nosotros y nos haga hablar en el lenguaje que cada quien necesite oír, y se queden maravillados pero no por nosotros, sino por Tu Nombre, que reconozcan que ¡Tú estás detrás, que tú estás a cargo!

No tengas miedo —dijo—, porque eres muy precioso para Dios. ¡Que tengas paz, ánimo y fuerza! Mientras me decía estas palabras, de pronto me sentí más fuerte y le dije: —Por favor, háblame, señor mío, porque me has fortalecido.— Daniel 10:19

Dios bienamado, concédenos el valor para hacer todo lo que necesitamos. Y con tal fortaleza podemos sentir más confianza y decir; Señor, háblame. Amén.


Publicación destacada:
Publicaciones recientes:
Archivos por mes:
Buscar por Etiquetas:
No hay tags aún.
Síganos:
  • Facebook Social Icon
!
Widget Didn’t Load
Check your internet and refresh this page.
If that doesn’t work, contact us.
bottom of page