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Un banquete de libertad


Mensaje del domingo 19 de junio de 2016 en Libres por Amor ICM MCC -Iglesia Emergente, Puebla.

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Dios nos hace un llamado, hoy, aquí, te lo hace a ti, y es quizás hasta un privilegio que lo puedas escuchar esta tarde.

Cuando Dios nos hace un llamado, muchas veces pasa desapercibido. Y no es porque la voz de Dios no sea lo suficientemente clara o porque su mensaje es complicado, no. Lo que sucede es que tantas veces estamos distraídos, nuestra mente está ausente en el mundo, en el internet, en el Face, en la película de la tele… o estamos perdidos en el pasado, recordando cosas que ya no existen, invitando a la depresión… o estamos instalados ya en un futuro que no llega y que nos invade de ansiedad y nervios.

Pero Dios te hace un llamado hoy, aquí. A ti, a ti y aquel otro, a mí, a esos que van caminando allá afuera, metidos en su mundo. Este llamado es claro, es auténtico. Es Dios quien te lo hace… no es tu conciencia, no es esa voz de tu mente que nunca se detiene… no: es Dios, el Padre, la Madre, el Hijo, el Espíritu, todos como Uno.

Es una voz que se expresa sin palabras. Es un llamado que no necesita de frases bonitas, pero es un llamado personal, de Dios, para ti. Un llamado que se dirige a tu corazón, y de ahí a tu mente. Es el mismo llamado que Jesús recibió alguna vez, y que un día cayó en cuenta del tamaño del privilegio, del compromiso, del desafío…

Mateo 22 nos recuerda la parábola que contaba Jesús para ilustrar el Reino del Cielo: el rey prepara una fiesta de bodas para su hijo, y los invitados se niegan a asistir. Envía a otros a recordarles que el banquete está servido, pero los demás no hacen caso, y hasta humillan y matan a los mensajeros. El Rey decide entonces invitar al hombre de la calle, al bueno y al malo. Y a uno que no trae traje de boda, el rey ordena que lo aten y lo echen a la oscuridad de afuera. ¿Por qué? »Porque muchos son los llamados, pero pocos los elegidos»

Tú eliges si quieres estar en esta fiesta. Tienes un llamado a esa fiesta. Ahora pon mucha atención, porque se te revela el llamado:

Gálatas 5:13 lo explica de esta manera:

Ustedes, mis Hermanos, han sido llamados a VIVIR EN LIBERTAD. ¡No utilicen esa libertad como tapadera de apetencias puramente humanas! Al contrario, usen la libertad para servirse unos a otros por amor.

Esta es la escritura que Dios puso en el camino para que este día, pudiéramos ser Libres por Amor.

Cuando esta iglesia fue concebida, fuimos varios los llamados. Hasta muchos, pudiéramos decir, estábamos intentando organizar una fiesta. Pero algo no salió de acuerdo a lo planeado y la esperanza fue fallida. Cuando se nos invita a una fiesta, somos llamados a honrar al anfitrión, a celebrar con él o con ella el motivo de gozo y alegría. A una fiesta no se va para arruinar la cena, para espantar a los invitados, la abusar de las amistades del dueño de la casa.

Cuando nació Libres por Amor, la palabra Libertad fue la que Dios quiso que guiara este ministerio. Nuestra hermana Marcia McAllister había traido desde Florida un bello equipo para iniciar una estación de radio. En la fiesta había que tener música! Y nuevas palabras de aliento… Con inspiración de Dios, así nació el nombre de Radio Libre Soy, que es como parte de la misma celebración, porque es otro ser querido del anfitrión.

Luego se dio un momento en que Gálatas 5:7-8 cobró vida en esta iglesia:

“Ustedes corrían muy bien la carrera. ¿Quién les impidió seguir la verdad? Seguro que no fue Dios, porque él es quien los llamó a ser libres.”

De los llamados a esta fiesta, quedamos pocos, muy pocos. Nos toca aprender de las lecciones pasadas: no estamos aquí para anteponer los deseos egoístas o personales enmedio de una celebración; no estamos aquí para arruinar la cena hablando todo menos la verdad. No podremos tolerar que la levadura de las falsas enseñanzas impregne toda la masa. Y en el versículo 10 de Gálatas nos conforta diciendo:

“Confío en que el Señor los guardará de creer falsas enseñanzas. Dios juzgará a la persona que los está confundiendo, sea quien fuere.”

¡No nosotros! Dios es el que está a cargo. A nosotros no nos corresponde juzgar.

Este día, vivimos la escritura. Repito: este día tenemos el privilegio, el grandísimo honor de estar viviendo esta escritura. Volvemos a Mateo 22:9-10. El Rey les indica a sus siervos:

“El banquete está listo, pero aquellos invitados no merecían venir. Vayan, pues, ustedes a las calles principales, e inviten al banquete a todos los que encuentren.” Los sirvientes salieron a las calles y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos; y así la sala se llenó de gente.”

¡Hola! Voltea a ver este salón. ¿Cuántas personas te gusta para que quepan aquí? No voltees a contar las sillas… ve el tamaño de esta sala. ¡Nosotros somos los sirvientes del Señor, del Rey, quienes tenemos que salir ya no a buscar a quienes estaban invitados desde un principio, no, sino a cualquiera, por las calles de la ciudad, de ESTA ciudad!

Y te tengo otra noticia: nosotros, los siervos del Rey, somos también sus invitados! ¡Pero para estar PRESENTES en la gran fiesta, podemos, debemos vestirnos para la ocasión! Y no me refiero a prendas, a finas telas o grandes adornos, no, no es vestir nuestro cuerpo —que a fin de cuentas a Dios no le no importa— sino vestir nuestra alma…

Esta es la fiesta de la LIBERTAD. Aquí se viene vestido con un corazón sincero, con una palabra de verdad, con un espíritu dispuesto a servir, a no juzgar, a no discriminar. Esto no es tanto un mandato como un recordatorio… Pablo nos recuerda en este fragmento de Gálatas, que somos libres… libres! No sigamos actuando como esclavos. ¡¡No somos libres para el libertinaje sino para servirnos unos a otros por AMOR!! porque, dice en Gálatas 5:14,

“Toda la ley puede resumirse en un solo mandato: «Ama a tu prójimo como a ti mismo», Pero si andan mordiéndose y devorándose unos a otros, terminarán por destruirse mutuamente."

Lo que, como sabes, hace eco de las palabras de Levítico 19:18:

“No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo; yo soy el Señor.”

Esta es la libertad: servir, amar a los demás. Desde un corazón sincero y dedicado. Desde palabras que hablen verdad. Aprendamos a ser libres sirviendo a los demás, porque los demás, son “tu prójimo”. Qué gran reto, qué hermoso reto. ¿Cómo vas a responder a este llamado? Nos toca servir en esta gran fiesta, es nuestro turno traer a los demás invitados, y contagiarlos de este gozo… primero tienes que sentir ese gozo… primero tienes que aprender a amarte, a aceptarte, a servirte… y entonces podrás compartirlo, porque nadie da lo que no tiene. Mas no te preocupes, porque en esta fiesta, todos aprendemos, todos estamos en proceso de aprender a querernos… y aprender a servir… y nadie somos más o mejores que otros… todos estamos a la misma distancia. ¡Todas y todos somos invitados del Rey!

Seamos pues, de aquellos que han podido escuchar, sentir la voz de Dios en su corazón, esa voz sin palabras que te llama, con un amor y ternura infinitos, y te dice: ¡Ven, hija mía, ven, hijo mío, disfruta de este banquete de libertad que he preparado para ti, para todos ustedes, ahora que son… Libres por Amor!

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Enrique Zenteno es actualmente la persona encargada del liderazgo pastoral laico de Libres por Amor ICM MCC Iglesia Emergente en Puebla, Pue. México.

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